Tengo secretos
Se que estás conmigo, aún en esas madrugadas tristes y en las mañanas rotas, se que me sigues eligiendo para tomar un café al despertar y para compartir tu vida. Lo se, pero nunca he dejado de escuchar las voces internas y agradezco que tú no las escuches...
Porque tengo más secretos que minutos de vida, hay tantas cosas que dan vuelta en mi día a día, todo lo que soy es un error tras otro. No digo que te miento, sólo maquillo algunos aspectos al igual que hago con mi rostro que rompe cristales. Se trata de falta de confianza en mí misma y no de una falta de amor hacia tu persona, e incluso tal vez ya sea cosa de costumbre.
Has escuchado algunas cosas después de dos o tres tragos de distintas botellas, te lo he dicho estando ahogada en lágrimas de odio y resentimientos, cuando mi voz se cortaba y los dedos me temblaban antes de escribir palabras. Te conté algunas cosas pensando que lo olvidarías, pero me lo recuerdas con sonrisas y, aunque lo parezca, eso no es lo más horrible que hay dentro mío.
A veces vuelvo a esas ideas absurdas sobre sangre goteando por mi cara, regreso a las noches vacías, donde escribo palabra tras palabra en cada espacio que queda en mis muñecas heridas. Me sobran los dolores de cabeza y me faltan horas para dormir lo suficiente. En las mañanas solo soy un par de ojos hinchados y una nariz roja como tu flor favorita. Solo soy olor a café muy cargado mezclado con la amargura de cada hora cuando voy de vuelta a la cama.
Ni siquiera se por qué sigues pensando que valgo la pena. Esta vez no me he esforzado al levantar mi escenario, incluso mi labial está corrido y mi vestido vuela en fragmentos desiguales. Hoy no soy un espectáculo, no tendrías que mirarme como a una estrella que deslumbra. Hoy solo soy sencilla, tengo un corazón que va a latir para ti y todos están aplaudiendo eso, algunos me llaman valiente y otros creen que no voy a lograrlo.
Pero qué más da. Ya es tarde. He saltado al vacío...
Tal vez este sea mi verdadero momento de gloria.
~Rain.
Porque tengo más secretos que minutos de vida, hay tantas cosas que dan vuelta en mi día a día, todo lo que soy es un error tras otro. No digo que te miento, sólo maquillo algunos aspectos al igual que hago con mi rostro que rompe cristales. Se trata de falta de confianza en mí misma y no de una falta de amor hacia tu persona, e incluso tal vez ya sea cosa de costumbre.
Has escuchado algunas cosas después de dos o tres tragos de distintas botellas, te lo he dicho estando ahogada en lágrimas de odio y resentimientos, cuando mi voz se cortaba y los dedos me temblaban antes de escribir palabras. Te conté algunas cosas pensando que lo olvidarías, pero me lo recuerdas con sonrisas y, aunque lo parezca, eso no es lo más horrible que hay dentro mío.
A veces vuelvo a esas ideas absurdas sobre sangre goteando por mi cara, regreso a las noches vacías, donde escribo palabra tras palabra en cada espacio que queda en mis muñecas heridas. Me sobran los dolores de cabeza y me faltan horas para dormir lo suficiente. En las mañanas solo soy un par de ojos hinchados y una nariz roja como tu flor favorita. Solo soy olor a café muy cargado mezclado con la amargura de cada hora cuando voy de vuelta a la cama.
Ni siquiera se por qué sigues pensando que valgo la pena. Esta vez no me he esforzado al levantar mi escenario, incluso mi labial está corrido y mi vestido vuela en fragmentos desiguales. Hoy no soy un espectáculo, no tendrías que mirarme como a una estrella que deslumbra. Hoy solo soy sencilla, tengo un corazón que va a latir para ti y todos están aplaudiendo eso, algunos me llaman valiente y otros creen que no voy a lograrlo.
Pero qué más da. Ya es tarde. He saltado al vacío...
Tal vez este sea mi verdadero momento de gloria.
~Rain.
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